Hace unos años que Unilever asumió sus nuevos compromisos en base a tres pilares: mejorar la salud del planeta; mejorar la salud, autoestima y bienestar de las personas y contribuir con un mundo más justo y socialmente inclusivo. Pero la gran pregunta es cómo lleva a la acción este último punto puertas adentro.
La compañía busca tener equipos diversos, donde se valoren y respeten las diferencias individuales, como nivel socio económico o género, con el objetivo de tener una perspectiva más amplia y abordar los desafíos desde diferentes ángulos, fomentando la innovación y la creatividad. Por esto considera esencial representar la diversidad de sus consumidores hacia adentro, para impulsar el desarrollo del negocio y satisfacer las necesidades de una sociedad cada vez más diversa.
En este sentido, la mejor práctica de Unilever es la creación del Movimiento de Diversidad, Equidad e Inclusión, un equipo formado por colaboradores interesados por esta agenda y que la gestionan de manera voluntaria y en primera persona.
“La existencia de este Movimiento tiene un efecto positivo ayudando a concientizar y promover la diversidad tanto dentro como fuera de la compañía y haciendo así de Unilever un lugar más inclusivo. Creemos que en todo lo que hacemos tenemos que incluir una perspectiva diversa. Buscamos ser un reflejo de la evolución de la sociedad” Natalia Giraud, Directora de Comunicaciones y Asuntos Corporativos de Unilever
“En temas de Diversidad, es mucho más interesante estar en Movimiento que establecer políticas estancas, necesitamos actualizarnos todo el tiempo. Se trata de un espacio vivo, que me enorgullece mucho porque se aprovecha la pasión personal con el fin de avanzar en una agenda conjunta hacia la inclusión en los lugares de trabajo. Allí, cada uno aporta su experiencia y tiene un espacio donde potenciar sus inquietudes.” cuenta María Bulla Gerente de Responsabilidad Corporativa e Impacto Social.
Este movimiento comenzó a gestarse e instalarse como una forma de activismo interseccional y hoy en día, a un año y medio de su creación, logró que haya un colaborador en todos los lugares donde se toma una decisión.
Están directamente conectados con el negocio, trabajando con las marcas para impulsar sus propósitos y para poner en acción programas de articulación comunitaria. A su vez, son los encargados de asesorar a las marcas para sumar una mirada de inclusión en cada decisión que se toma.
Llevan adelante capacitaciones a toda la compañía en materia de diversidad y género, contribuyen con el armado de políticas como la más reciente: la Política de Violencia Doméstica que excede el ámbito laboral. También realizan programas de voluntariado, inclusión laboral y asistencia al empleado.
Por supuesto, esto no sería posible sin políticas de género y diversidad e inclusión que sean programas vivos, que siempre se van adaptando a medida que evoluciona la sociedad. Esto hace que continuamente estén pensando nuevas políticas, formas de contribuir y adaptarse.